
Al fin, las faldas de jabalí se pusieron de moda. Valió la pena comprarla 10 años antes en la feria de las pul-gas (nueva marca de gas-licuado), además encontré el cupón que había guardado en el bolsillo de la falda que dice: "Combo gratis por cada combo gratis". Lo cobraré ayer. Y con esto queda listo mi traje de pesca: Sombrero de pelo de camaleón, zapatos de pezuñas de culebra, falda de jabalí y camisa de sarro dental de pato almizclero. Tambien es tiempo de probar mi nueva caña de pescar (luego del reventón de 53') e hilo de un curado (es que tenia el medio carrete). Pero como todos saben, nada como un buen anzuelo, tres sartenes y una olla. Nadie se resiste a mi estofado de hielo.
Además para probar que pescaré al "gran Gran" (pez gato montes de las altas cumbres de Australia), llevo conmigo esta cámara audiográfica para sordos y un retratista ingles que me enseñará a construir un dispensador de bolígrafos color hojalata, con los pies atados y un chicle en el ojo. Nunca se sabe, hay que estar preparado y por eso siempre uso cinturón de seguridad.
Pero de todas mangueras, será una experiencia que la olvidaré para el resto de mi vida, la detallaré en una bitácora que esconderé en un lugar inconfundible, cerca del monumento a Don Qui-el-jote de la mancha en la cara, pues este monumento tiene una pequeña marca en sobaco izquierdo sale una flecha que apunta el lugar del entierro. Espero llegar a tiempo porque ya compre las flores y mi terno negro esta en la tintorería tomándose un café con la camisa del lunes. Eeemm, la cuenta por favor.