Siempre y cuando los cojines sal-gan a pasear

Unos días atrás, fue el día de botar los percheros a la basura. Este famoso día fue instaurado por el famoso batidor del café con leche Ludwig Van-Alapiscina, por haber realizado por primera vez en la historia un diseño sobre una aproximación a las construcciones aleatorias. Ustedes se preguntarán: ¿Cuál es la relación entre esa espectacular obra con el día del perchero? Muy simple. En el año 1010, don "Felpu dopasado Awather" o como le llamaban sus compañeros "Tulapasa Lcantarilla", reinicio las pescas de suricatas en las cumbres del lago "Mus-cular" y el arr-oyo "Exuberantes" o más conocido como "Se me chorrea el tajo". Esto produjo una indignación en el comité arborícola y decidieron mandar a los castores con zampoña, a pedir un re-embolso (es que con una bolsa se rompe) del trafico de leños. Ya que, según los demandantes, las astillas estaban produciendo exceso de pelaje axilar y enrollamiento de sus colas que luego confundían con exquisitos tacos del "Taco Bell". Sin dudarlo un segundo, zamarrean violentamente 3 frascos de deposito cloacal y vendajes usados en heridas dentales, produciendo un estruendo en la calle av. Pasaje, altura de la intersección con el ayuntamiento neo-escoses.
Es por eso que siempre tienen que recordar de dejar junto al perchero de la basura, una crema de afeitar y una rasuradora. Así, a la mañana siguiente encontraran lo que siempre estuvieron buscando, ¡Pelo axilar de castor zampóñeros! Y podrá hacerse esos implantes axilares que siempre soñó para lucirlos con sus amigos en la playa y que le digan que su masculinidad ha incrementado un cuatro cientos mil por ciento.
Advertencia: La irritación puede producir caca excesiva.